9 de diciembre de 2015

El Valle del Loira en bici. Día 1: Zaragoza-Pau-Tours

Como decíamos en la introducción, (sí, fue hace mucho), partimos en coche desde Zaragoza para ir hasta Pau. El viaje dura unas tres horas y media, pudiendo ir bien a través del túnel del Somport o bien a través del puerto de Portalet que es la ruta que nosotros seguimos. Este recorrido es mucho más bonito que atravesar un túnel de 8 kilómetros, aunque debemos avisaros de que no vayáis con el tiempo muy justo ya que es una ruta en la que es difícil realizar adelantamientos y normalmente hay bastante tráfico. Además, podéis encontraros con rebaños de vacas en la carretera. 

Una vez que llegamos a Pau no tuvimos inconveniente en aparcar el coche cerca de la estación. A unos cinco minutos hay un aparcamiento gratuito. Como todo no se puede predecir, el día que fuimos no se podía aparcar porque era zona de aparcamiento para el Tour de Francia. No obstante, no tuvimos problema para encontrar sitio en la calle. Si vais en coche y tenéis reparo en dejarlo aparcado varios días, en la misma estación de tren existe un parking de pago.

Tras seis horas de tren llegamos a Tours aproximadamente a las seis de la tarde. Teníamos reserva en el hotel Mirabeau, situado a apenas diez minutos de la estación. Es un hotel sencillo, limpio y cómodo, situado en un edificio antiguo. No tiene servicio de restaurante (no lo necesitábamos) pero sí posibilidad de desayuno (se paga aparte). Además, cuenta con un pequeño garaje individual donde se pueden guardar las bicicletas de manera gratuita (esto será una constante en todo nuestro recorrido).

Tras instalarnos en el hotel, fuimos a recoger nuestras bicicletas de alquiler. Como indicábamos en la anterior entrada, la empresa contratada, Loire Vélo Nature, permite recogerlas en distintos puntos, generalmente hoteles. En nuestro caso era el Best Western Hotel. No tuvimos ningún problema con la reserva y las bicicletas estaban ya preparadas. Son bicicletas híbridas, no son de montaña pero tampoco son exactamente de paseo. No obstante, hay que tener en cuenta que nuestra ruta es principalmente sobre terreno llano, así que más que suficiente.

Nuestras compañeras de viaje
En cuanto al precio, no quería indicar ninguno porque es un viaje que hicimos en 2012 y supongo que habrán variado, pero para que os hagáis una idea fueron 55€ por bicicleta para siete días.

Una vez que ya teníamos nuestras bicicletas dimos una vuelta por el centro de Tours sin ningún problema para circular con ellas. La ciudad está marcada con carriles-bici, permitiendo además ir en contrasentido en calles estrechas. En una de las avenidas principales (en la que se situaba nuestro hotel) hay señales que indican que se debe circular por el boulevard central, compartiendo esta circulación con los peatones. Sin embargo, una vez que entras en el casco histórico, una señal te indica que debes apearte de la bicicleta e ir a pie debido a la gran afluencia de peatones. Estas señales así como el respeto por las mismas por parte de todos los implicados también será una constante en nuestra ruta (aunque suponemos que habrá excepciones y problemas).

La verdad es que entre unas cosas y otras ya eran las ocho de la tarde y no nos dio para mucho. Lo justo para ver lo recomendado. La catedral de Saint-Gatien y el casco histórico formado por calles estrechas flanqueadas por casas de paredes con entramado de madera y tejados inclinados. Todas estas calles se encuentran alrededor de la Plaza Plumereau, un buen sitio donde tomar una cerveza (que es lo que hicimos, claro).
 
Cedro del Líbano, plantado en 1804

  
Casco histórico de Tours
Casco histórico de Tours

Como ya era tarde, decidimos ir al hotel, comer algo que traíamos de casa en la habitación y dormir.  Al día siguiente nos esperaba ya nuestra primera ruta. 


Enlaces:
Página Oficial de Tours
Página de la Oficina de Turismo de Tours


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